Denuncia
del desalojo violento en contra de la comunidad otomí
en la Colonia Juárez el 19 de septiembre de 2018
Ciudad de México a 19 de septiembre de 2018
A
la Comisión Sexta del EZLN
Al
Congreso Nacional indígena
Al
Concejo Indígena de Gobierno
A
la Sexta Nacional e Internacional
A
las organizaciones, colectivos e individu@s y adherentes a la Sexta
A
los medios de comunicación, independientes, alternativos o como se
llamen
DENUNCIA
DE HECHOS
33
años de los sismos de 1985 y a un año del pasado sismo del 19 de
Septiembre.
Hoy
son doblemente damnificados, por la naturaleza y por la violencia
estructural del Estado.
El
día de hoy, jueves 19 de septiembre del 2018, a las 9:30 de la
mañana en el inmueble ubicado en la calles de Roma 18 y Calle de
Londres 7, en la Col. Juárez se encontraban cuatro estudiantes de
la licenciatura en Pedagogía de la Universidad Iberoamericana con la
Dra. Luz María Stella Moreno Medrano, muy específicamente, en la
esquina de las calles Milán y Roma de la colonia Juárez cuando
alrededor de 60 hombres vestidos de civiles, llegaron directamente a
golpear a los adultos mayores, a las niñas y a los niños, a las
compañeras y compañeros de la comunidad indígena OTOMÍ, residente
en la CDMX. Es importante destacar, que los compañeros de la
comunidad indígena otomí, son integrantes del CNI y del CIG.
Quienes, en el pasado proceso de apoyo ciudadano a MariChuy
estuvieron presentes en esa jornada de lucha. Y esta comunidad, tiene
dos Concejales ante el CIG.
Los
niños y las mujeres salieron corriendo asustados, acababan de
despertar y fueron brutalmente agredidos y desalojados de sus tiendas
de campaña, que habitan hace 365 días, que habitan hace un año,
pues vale la pena decir, que el inmueble de referencia en el que
habitan, fue declarado como un inmueble de alto riesgo estructural,
por las afectaciones que sufrió el pasado 19 de septiembre.
Las
mujeres sacaron lo que pudieron de sus casa, se subieron a algunos
niños en la espalda y algunas personas sacaron los tanques de gas
porque la gente gritó que el grupo agresor tenía armas e incluso
habían prendido fuego en algunas zonas, usando cloro y cerillos. La
gente de Roma 18 sacó piedras y palos, picos para agricultura. Había
varias mujeres agrupadas en la puerta del Museo del Chocolate, los
niños abrazaban a sus mamás y abuelas llorando y salieron después
de las 10 de la mañana corriendo, huyendo por la calle Roma en
dirección a Reforma. Los niños y las mujeres se agruparon en la
esquina de la calle Viena y Milán, para protegerse de las
agresiones.
El
desalojo tenía la instrucción y disposición de más de 400
granaderos, más de cien cargadores, y la determinante decisión de
desalojar a más de 70 familias de la comunidad indígena otomí
residente en la CDMX, que de paso está decirlo, no estaba dentro del
inmueble, se han mantenido durante todo un año en el campamento de
damnificados
Otro
testimonio, podemos presentar, pues otra compañera que da clases a
la comunidad otomí, a la altura del Museo de Cera, en la calle
Londres, siendo ya las 10:00 am, se dio cuenta que había decenas de
policías y granaderos cerrando el acceso a las calles y al tránsito
vehicular. Muchas mujeres, hombres y jóvenes estaban sacando cajas
con cosas mientras policías entraban y salían del predio. Había
mucha gente tomando fotos y grabando lo que estaba sucediendo, pero
había mucha tensión entre los habitantes del predio y los policías,
mientras varios locales observaban desde las rejas del museo de cera,
comentando que “ya era hora que los sacaran de ahí” por “flojos
y aprovechados” y que ojalá los lincharan. Dando la vuelta a la
calle, nuestros compañeros se percataron que había jóvenes y
hombres con picos y palos, y entre ellos se levantaban la playera
para que los otros vieran si los habían lastimado en la espalda
baja. Había una persona en silla de ruedas a media calle, esperando
a que alguien lo ayudará a retirarse de la zona.
POR
TODO ELLO, DENUNCIAMOS
La
violencia con la que actuaron los granaderos y golpeadores sin tener
una orden de desalojo, en contra de la comunidad Indígena Otomí
residente en la CDMX, específicamente en la colonia Juárez,
denunciamos la intimidación y agresiones perpetradas a las mujeres y
los niños y niñas de la la comunidad.
Los
mensajes discriminatorios y excluyentes de los vecinos de la zona
Juárez quienes consideran a los miembros de la comunidad Otomí un
problema más que como sujetos de derechos sociales que han estado
demandando por más de 30 años el derecho a una vivienda digna.
La
agresión cometida en contra del compañero Diego García Bautista
quien ha dado seguimiento a las peticiones por una vivienda digna de
la comunidad otomí desde hace años y quien fue brutalmente agredido
por la policía, pues cuando se acercó a exigir, se presentara uan
orden de desalojo, fue sometido por un cuerpo de granaderos, quienes
le robaron dos celulares, uno de ellos con que se transmitía en vivo
el desalojo que se estaba llevando acabo, fue goleado fuertemente,
con una luxación en la mano, y afectado del cuello y golpeado
fuertemente, lo peor es que señalaron que era el responsable de
incitar a la violencia, y hablaron con toda impunidad, que indicara
dónde estaban las armas, donde estaba la droga. Esto habla de lo
fácil que es imputar y criminalizar la protesta social.
DEMANDAMOS
Exigimos
el cese inmediato de la represión y violencia contra la comunidad
indígena Otomí y los colectivos, organizaciones y compañeros que
se solidarizan con su causa, y se manifiestan en contra del uso de la
fuerza policíaca y valiéndose además, golpeadores civiles.
Exigimos,
al gobierno de la CDMX, saliente y entrante, seguridad para las
familias de la comunidad indígena otomí.ç
Exigimos
la inmediata atención médica, psicológica y de alimentación en
especial de niños, niñas y mujeres, que salieron en condiciones
inhumanas huyendo de sus hogares, y hoy reportábamos un saldo de más
15 personas lesionada gravemente.
Exigimos
la inmediata atención a sus demandas de vivienda, después de las
constantes tensiones durante más de 30 años por parte de las
autoridades capitalinas.
Exigimos,
el respeto a la lengua, cultura e identidad de los pueblos u
comunidades indígenas.
Exigimos
el respeto a los derechos humanos y garantías individuales de todos
los ciudadanos y en particular la comunidad indígena que está
ocasión fue violentada en todos sus derechos.
Exigimos
que se elimine el racismo y la discriminación que se vive de manera
sistemática contra los pueblos indígenas.
Exigimos
a las autoridades capitalinas y federales atender este caso de manera
inmediata y atender los derechos sociales de la comunidad Otomí
otomí en la colonia Juárez y Roma de la CDMX.
Cerramos
este informe, con la denuncia que a más de 10:00 Hrs. del desalojo.
No han acreditado la orden con la que se llevó a cabo esta acción.
También
resolvimos, mantenernos en guardia del inmueble, y en campamento
fuera del inmueble.
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