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viernes, 18 de septiembre de 2020

¡Esto tiene que parar!

Sobre la carta de los intelectuales en contra de AMLO.

¡Esto tiene que parar!

La carta publicada por alrededor de 650 personas (entre ellas muchos intelectuales) “En defensa de la libertad de expresión” es un texto que va mucho más allá de la defensa que su título convoca. Se trata, por supuesto, de un rechazo al tono imperdonablemente pendenciero de AMLO, al abuso de una tribuna que día con día descalifica e insulta a todo el que piense distinto: conservadores, fifís, machucones, mafiosos, pirruris, pasquines inmundos… etc.

Sin embargo, la carta va mucho más allá:

“El presidente ha despreciado la lucha de las mujeres y el feminismo, ha despreciado también el dolor de las víctimas por la violencia, ha ignorado los reclamos ambientalistas, ha lesionado presupuestalmente a los organismos autónomos, ha tratado de humillar al poder judicial, ha golpeado a las instituciones culturales, científicas y académicas, y ahora pretende socavar la libertad de expresión”.

Así pues, es una denuncia bien merecida a un presidente que además de su vocación de permanente guerra verbal ha  desdeñado cualquier movimiento social que no se sume a su proyecto: desde los zapatistas a muchos grupos feministas; que ha ignorado a científicos y comunidades indígenas que advierten de las consecuencias ecológicas y sociales de megaproyectos como el Tren Maya o el corredor tansístimico; que ha dedicado sobre todo indiferencia a las víctimas de una violencia que es mucho mayor que la registrada en los gobiernos previos; que ha tratado con mezquindad y demagogia a la educación, la ciencia y la cultura. A propósito de la violencia mencionada y de sus víctimas, el gobierno ha apostado a la misma vía militarista que AMLO  tanto le crítico a Felipe Calderón Hinojosa (la guardia nacional no es otra cosa que el ejército obligado a hacer labores de seguridad pública, tal y como lo concibió Calderón Hinojosa y continuó Peña Nieto).

Es cierto que la carta está firmada por algunos personajes o funcionarios que se han beneficiado por regímenes políticos previos. Ahí están los Aguilar Camín, los Julio Frenk y los Claudio X. González, por mencionar algunos. Sin embargo, la verdad es que la mayor parte de los firmantes son principalmente ciudadanos que discrepan de una política empeñada en gobernar con alma de pugilista necio y sordo. Entre los firmantes hay muchos  creadores, científicos, activistas, artistas  y escritores de primera línea, algunos que incluso han apoyado al mismo AMLO en otros momentos.

Están científicos de primera línea como Herminia Pasantes, Marcia Hiriart o Antonio Lazcano Araujo; escritoras invaluables como Sara Sefchovich, Ana y Alicia García Bergua, Carmen Boullosa o Valeria Luiselli; académicos reconocidos por su dedicación y espíritu crítico como Jean Mayer o Rolando Cordera Campos; Músicos y cineastas de máxima importancia como Mario Lavista o Arturo Ripstein.

Muchos de ellos como muchos de nosotros fuimos críticos de los gobiernos previos y descalificarnos sólo porque se es incapaz de asumir y contestar con argumentos la crítica sólo repite y confirma la misma norma de conducta que la carta denuncia.

En su declaración del 18 de septiembre, el presidente dijo que los firmantes más bien deberían ofrecer disculpas. No señor presidente. Es usted quién debe disculparse.  Que no lo haga, es de esperarse. Ojalá pudiera sorprendernos.