En entrevista expresa, diversas personas mencionaron que durante la mañana del 4 de enero del 2017 se registraron saqueos en varios establecimientos de Plaza Jardines en Tultitlán, Estado de México. Según los testigos, entre las tiendas saqueadas se encuentran un Elektra, una Comercial Mexicana y un Coppel. Decenas
de pequeños comercios cerraron ante el aviso por parte de la policía local de
que grupos violentos estaban efectuando dichos saqueos.
Los
rumores refirieron eventos similares en comercios de la población
cercana de Villa de las Flores. Todos lo testigos hacen mención de
grupos pequeños efectuando desmanes de manera aislada sin ser detenidos y sin estar
insertos en manifestación alguna. Algo difícil de comprender en un
Estado en el que el ejército y la marina llevan a cabo operativos
desde hace tiempo. Las patrullas y los efectivos de policía en las
calles de esta demarcación se antojan más bien escasos. En todo
caso, las calles lucen desiertas a medio día después del aviso de
la policía de que la gente se mantuviera en sus casas. El
transporte es escaso. Un sentimiento de zozobra se respira.
Sin
una manifestación, bloqueo o marcha efectuada por la ciudadanía,
estos saqueos pudieran ser una estrategia orquestada por el gobierno
para evitar que la gente salga a unirse al descontento generalizado.
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