Bob
Dylan gana el premio Nobel de Literatura 2016
En
general, no tengo mucho respeto por el premio Nobel de Literatura y
su infranqueable compromiso con la corrección política. Es bien
sabido, además, que este premio es más parecido a una bonita
lotería con un gusto sospechosamente europeo y anglosajón que a una
seria indagación de las literaturas del mundo. No hay otra forma de
explicar los abundantes condecorados franceses, alemanes,
estadounidenses, ingleses y, permítanme desmayar de asombro,
¡suecos! ¡Qué casualidad! Es como el niño que siempre gana la cáscara porque suyo es el balón, suya la cancha.
Bob
Dylan es un autor que abreva de la cultura popular, la contracultura
y la inconformidad social; en todo caso, se trata de un poeta en
serio. En ese sentido, la elección de Dylan no sólo es coherente,
sino bienvenida: en su frivolidad de siempre, la ruleta del Nobel al
menos explora nuevos caminos. Los caminos de la poética del que hace
evidente la complicidad que ha habido, desde siempre, entre música y
poesía, y que triunfa sobre el poema como mecanismo formal, como
mero artefacto literario diría Octavio Paz.
Es impresionante.
ResponderEliminarComo lector de literatura histórica, me sorprende mucho el premio, felicitaciones