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jueves, 29 de marzo de 2018

AMLO en Homo vespa: la otra entrevista

AMLO en Homo vespa: la otra entrevista
Luis Ramírez Trejo (Homo vespa)
Andrés Manuel López Obrador le dio la vuelta a la patanería y a la estupidez de Carlos Marín en la entrevista llevada a cabo el pasado 21 de marzo en MILENIO. También respondió con suficiencia y serenidad a la trivialidad del resto de los periodistas que participaron en dicha entrevista. AMLO es, desde hace mucho, el político profesional más talentoso cuando talento se entiende como la capacidad para seducir o negociar con fuerzas obsesionadas en destrozarte. Un verdadero maestro con unas tablas que Maquiavelo podría aplaudir. Es una lástima que AMLO fundamente su propuesta política en dos falacias indefendibles.



1) Toda posibilidad de transformación tiene únicamente dos vías: la electoral (que AMLO mañosamente refiere como “la pacífica”) y la armada. Hay muchas formas de transformar la sociedad de manera pacífica sin participar en las elecciones. En México, como en todo el mundo, abundan los ejemplos: el movimiento del 68, la sociedad civil organizada después del temblor de 1985, la huelga de la UNAM de 1999, el zapatismo, el Congreso Nacional Indígena. Aunque es cierto que el alcance de estos movimientos fue limitado y que algunas de sus corrientes decidieron actuar desde el gobierno u optaron por las armas, muchísimo de su impulso transformó la sociedad en múltiples ámbitos de manera pacífica sin pasar por las urnas. Por otro lado, en el mundo entero abundan los ejemplos de fuerzas opositoras que ganaron el gobierno por la vía electoral, sin que ello resultara en un cambio del régimen de injusticia. De hecho, la alternancia pendular entre partidos, sin que cambie nada para las mayorías, es el pan de cada día con que la democracia electoral sirve su aburrido menú en casi todo el mundo1. El más claro ejemplo de eso en México es la mal llamada transición democrática con la que la candidatura de Vicente Fox acabó con décadas de hegemonía priísta, con el único resultado de perpetuar el sistema de injusticia que desde siempre ha privado en el país.

2) Se puede llevar a cabo cambios reales para la mayor parte de la gente sin afectar a los poderes capitalistas de una sociedad. Esto es falso en cualquier parte del mundo; pero más en México, uno de los países más desiguales que existen. En México, un puñado de poderosos concentra el poder político y acapara la riqueza material; mientras que la mayor parte de la población carece de los medios para incidir en cuestiones públicas y para acceder a los recursos del país. Aunque hay muchas publicaciones que lo denuncian, baste una referencia a manera de ilustración: un estudio reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) establece que en México dos terceras partes de la riqueza en forma de recursos físicos y financieros pertenecen al 10 por ciento de las familias. De hecho, en este sentido el 1 por ciento de las familias concentran más de un tercio de la riqueza nacional2.

En este contexto, cualquier intento de justicia social o de distribución igualitaria forzosamente afecta al pequeño grupo que ha depredado, por décadas, a la mayoría de la población. Sostener que se pueden hacer cambios significativos sin afectar a ese grupo es no asumir los costos políticos de las intenciones de justicia social que se defienden. Nunca ha sido posible promover un estruendoso concierto de rock en una sala con 600 bebes dormidos sin que ningún caprichoso infante se despierte de su plácido sueño. De cumplir una propuesta tan contradictoria, es evidente que el destino del concierto es efectuarse sin saltos, sin gritos, sin rock, sin cantante, sin instrumentos musicales y finalmente sin concierto...

No es difícil percatarse de que esta domesticada actitud de AMLO es muy distinta a la de su candidatura en el año 2006. En aquel lejano tiempo, el hoy candidato de MORENA se daba el costoso lujo de “mandar al diablo las instituciones”. En ese entonces y en la actualidad, cualquier política a favor de las mayorías en México debe siempre mandar al diablo instituciones diseñadas para mantener el estado de injusticia imperante. No se trata de radicalidad, como se le acusó al tabasqueño, sino de mera consecuencia con la democracia cuando esta se entiende no como un sistema de mera asignación de cargos, sino de transformación social para el beneficio de las mayorías.
El alejamiento de AMLO de esa supuesta radicalidad es un movimiento necesario en la lógica electoral para acceder a la presidencia. Sin embargo, la experiencia internacional de la izquierda nos enseña que cuando lo moderado se modera, no hay nada que lo diferencie de manera efectiva de la derecha. Ese es el caso de AMLO: un candidato que ni en el 2006 fue revolucionario, socialista, comunista o siquiera cercano al mejor populismo de izquierda de Latinoamérica3, pero que al menos por mucho tiempo mantuvo un discurso de resistencia a la hegemonía económica. Los poderes capitalistas en México pueden estar tranquilos: AMLO desde hace años ha terminado por ser, en un ejercicio de moderación, franco aliado de esa hegemonía que tanto denunció. No es nada para celebrar: millones de personas de inmensa valía depositan en su propuesta política una esperanza de justicia destinada, con el triunfo de AMLO o de cualquiera de sus adversarios, al fracaso. Algo distinto tendremos que inventar.

Como un ejercicio de periodismo imaginario, género al que los escritores tenemos acceso sin importar si tenemos acreditación o si nuestro rating es descomunal, abajo les compartimos la transcripción de una larga entrevista que AMLO nos concedió con respuestas concretas y exentas de evasiones. Ha sido muy complicado transcribir el tan característico acento del tabasqueño, así que a cada una de las respuestas de AMLO, el lector debe agregar la parsimonia y el carajtarijtico ajento del peje, pero no lagarto (López Obrador dixit).

Buenas noches Andrés Manuel López Obrador. Es un gusto tremendo tenerte aquí en nuestro programa de Homo vespa. Si te parece vamos al grano sin dilaciones.
Buenas noches. Muchas gracias por la invitación.
Sobre la desigualdad
Uno de los principales problemas de México es la desigualdad. De llegar a la presidencia, ¿le quitaría los privilegios a los imperios capitalistas que encabezan Slim, Azcárraga, Germán Larrea, Roberto Hernández, Alberto Bailleres y otros?
No. Mi estimado Alfonso Romo se está asegurando de que los capitalistas comprendan que no voy a atentar contra ninguno de sus intereses. Cuando goberné la Ciudad de México trabajamos con muchos de ellos. Los hicimos mucho más ricos de lo que eran y ellos ayudaron a incrementar mi popularidad.
¿Se da cuenta de que eso tuvo muchas consecuencias negativas? Implicó, entre otras cosas, la expulsión de mucha gente de sus lugares de residencia, debido a la gentrificación de la Ciudad de México.
Pues sí. Hubo zonas que se volvieron muy caras; pero, el Centro, la Colonia Roma, la Condesa, el Sur de la Ciudad son ahora lugares bellísimos para invertir y visitar. En todo caso, las ciudades son para quien pueda pagarlas.
El Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM (CAM)4 ha publicado varios reportes en donde documenta que, para cubrir el costo de la canasta básica, el salario mínimo debería ser al menos tres veces mayor. ¿Usted triplicaría el salario mínimo y obligaría a las grandes empresas a pagar muchos más impuestos para redistribuir la riqueza?
No. Eso atentaría contra las ganancias de las grandes empresas; si lo hago, esas empresas me van a derrocar.
Para reducir la desigualdad, ¿reduciría el salario de cualquier funcionario, incluyendo los de alto nivel, a unas 10 veces máximo el salario mínimo?
No, nadie trabajaría en el gobierno si no existiera la promesa de volverse al menos un poco rico. Además, yo mismo gano unos 50,000 pesos al mes de lo que me da MORENA más las regalías de mis libros. Con trabajos me alcanza para tener una que otra propiedad y vivir decentemente.
La mayor parte de los mexicanos no tienen propiedades o las deben pagar con décadas de trabajo...
Sí, es terrible ser indecente...
Sobre el ejército y la seguridad
¿Sacará al ejército de las calles?
No, lo pondré en coordinación con otras entidades en una Guardia Nacional.
Es decir que en el fondo seguirá con la política de seguridad militarizada inaugurada por Felipe Calderón Hinojosa
Así es. En este momento no tenemos otra opción.
Esa política ha traído muchos problemas de violación de los derechos humanos por parte de elementos del ejército. ¿Juzgará a los militares involucrados en crímenes?
No, el ejército en México disfruta de impunidad.
Bueno, una alternativa a la militarización de la seguridad pública es explorar la descriminalización de las drogas. Es una medida que ha avanzado en muchas partes del mundo. ¿Usted impulsaría dicha despenalización en un mercado controlado acompañado de proyectos de atención a la adicción?
No. En todo caso lo consultaría con la sociedad. Al final no creo que se pueda llevar a cabo. La sociedad mexicana es hasta más conservadora que yo...
¿Aunque sea la única medida que ha mostrado cierta efectividad para hacer algo contra el narcotráfico?
También es la medida más osada y este Peje nada entre olas, pero no las hace. Es mejor atacar las causas que hacen que los jóvenes se enrolen en el crimen organizado.
Supongo que se refiere a su propuesta de dar apoyos económicos a jóvenes. ¿En serio cree que para un muchacho pobre una beca mensual de poco más de 2,400 pesos o un salario de aprendiz de 3,600 pesos puede competir con las decenas de miles que ese muchacho puede conseguir de enrolarse en el crimen organizado?
No puedo saberlo. Creo que muchos preferirán las becas o el trabajo al riesgo que implica participar en el crimen organizado. Eso espero.
Otra posibilidad no excluyente, sería acabar con el tráfico de armas y de dinero ilegal. ¿Usted cerraría la frontera con EEUU al flujo de armas hacia México para detener la industria de la muerte del crimen organizado?
Me encantaría, pero no creo que pueda hacerlo. Hay mucho dinero estadounidense de los productores de armas de por medio y ellos son muy poderosos. Ese tigre yo no lo suelto...
¿Rastreará el flujo de dinero del crimen organizado y perseguirá a las industrias, bancos y políticos que lavan dinero?
No joven, se cae la economía de todo el país si hago eso. Hay sectores completos de la economía de México que dependen de una u otra forma del dinero ilegal. Mejor proponemos una amnistía y así, en una de esas, hasta ganamos inversores.
Es decir que usted está consciente de que no puede luchar contra el dinero proveniente de la industria del crimen.
No hay gobierno en el mundo que pueda hacerlo.
Sobre la corrupción
A propósito, se da cuenta que el dinero del crimen tarde o temprano acaba en la política. ¿Eso no implica que cuando el dinero ilegal llegue a su gobierno, éste sería, en todo caso, un gobierno corrupto?
No, soy Peje pero no lagarto. Si yo, como presidente, soy honesto toda la estructura del gobierno hacia abajo será honesta.
Eso no es cierto, cuando usted, que presume su honestidad, dirigió el DF el sector policíaco y el de la administración de justicia, por ejemplo, permanecieron corruptos. A la fecha siguen corruptos.
Eso fue un compló del Fondo Monetario Internacional.
¿Es mucho pedir que un candidato que siempre dice que acabará con la corrupción de veras la erradique? ¿Por qué?
Acá entre nos, porque mucha gente con la que tienes que trabajar puede tener negocios no muy inocentes. No puedes echarte a todos encima. Pero de eso no voy a hablar aquí.
Está bien. En Homo vespa no obligamos a contestar a nadie. Sin embargo, hablando de corrupción, el que MORENA se haya vuelto lo que se conoce como un partido atrapalotodo o, en términos de Luis Hernández Navarro, un Arca de Noé5que recoge a todo político oportunista ¿no es una forma de corromper al partido?
No veo por qué.
Pues porque consolida el hecho de que los políticos son vividores profesionales que saltan de partido en partido para buscar hueso. ¿Promoverá mecanismos para que esto no suceda?
No, MORENA está llena de políticos así y los necesitamos para llegar al poder.
¿No le cobrarán nada cuando llegue al gobierno: cotos de poder, un puesto en el senado o en el gobierno?
Sí, pero no tengo de otra. Las elecciones se ganan con apoyo de personas o colectivos que mueven grandes cantidades de votos. Uno hace pactos para tener esos votos sin comprometer la santa esencia del partido. Así fue, por ejemplo, nuestro pacto con el Partido Encuentro Social (PES).
Pero eso significa que por más que quiera transformar las cosas, sus compromisos y contradicciones con sus aliados pueden arrastrarlo.
Ya te lo dije: no hay otra forma de llegar al poder.
En todo caso, eso también implica que usted trabaja con las mismas prácticas clientelares del PRI, PAN, PRD y el resto de los partidos.
Claro que no. Acá las siglas son distintas.
¿Llamará a ciudadanos capaces no morenistas a hacer gobierno?
Quizá a alguno pa' taparle el ojo al macho; pero primero están los que me han apoyado. Ellos merecen un puesto. Así propuse mi gabinete, por ejemplo. La lealtad también se cobra.
¿Después de todas sus respuestas todavía le podemos creer que acabará con la corrupción?
Siguiente pregunta.
Sobre las reformas educativa y energética
¿Echará atrás la reforma energética?
Sí quiero, pero no es seguro que pueda. Necesitaría el apoyo del congreso para echarla atrás. No creo ganar los dos tercios necesarios para lograr la mayoría en el congreso.
¿Entonces qué va a hacer con esa promesa de campaña que ha defendido por más de una década?
Diré que haré consultas sin especificar las formas. Revisaré los 92 contratos existentes y, si puedo rechazar o corregir algún contrato sin molestar mucho a los empresarios, lo haré.
¿Echará para atrás la reforma educativa?
Sí, no es una reforma educativa, sino una reforma laboral. Toda reforma educativa tiene que hacerse con los profesores y no a costa de los profesores.
En eso estamos de acuerdo, pero ¿si sabe que los sistemas de educación media superior y superior que usted impulsó en el DF tienen graves problemas de egreso y de inserción laboral?
Sí lo sé, pero no es culpa de los profesores.
Claro que no es culpa de los profesores, tampoco de los estudiantes; pero mientras no se cambié la educación de manera integral, es decir, involucrando a padres, estudiantes, profesores, comunidades, presupuestos y medios de comunicación será muy difícil hacer algo por los jóvenes mexicanos que casi siempre tienen desventajas educativas mayúsculas.
En eso tienes razón.
Y eso no se soluciona sólo con becas, sino con proyectos educativos integrales.
Bueno sí. ¡Ah qué lata contigo!
¿Tiene alguna propuesta?
Así de botepronto, no.
Por ejemplo, ¿le quitaría la concesión a las televisoras que tanto daño, al menos en el ámbito educativo, han hecho a México?
No, ya tengo un pacto de no agresión. Yo respeto sus intereses y ellas no me hacen tanta guerra sucia.
Minería
¿Cancelará las concesiones mineras?
No. De hecho como ya dije en mi decálogo de acciones contra la política de Trump debemos “lograr una mayor inversión de las empresas mineras canadienses en México, con salarios justos y cuidado del medio ambiente”6
¿Se da cuenta de que las mineras canadienses son justo las que más han sido señaladas como negocios en cuyos desarrollos unos pocos se llevan la mayor parte de la ganancia y destrozan el medio ambiente?
Puede ser pero, ya lo dijiste tú, habría desarrollo y empleo. Eso es más importante.
¿Se refiere a desarrollo capitalista?
¿Hay otro?
Comunidades y autonomía
Hablando de eso de las mineras, muchos proyectos mineros están en territorios indígenas. ¿Promoverá el manejo autónomo de los bienes comunes de pueblos y comunidades en contra de los megaproyectos capitalistas?
No, no podemos dejar que las comunidades manden sobre esos recursos. Hay muchos proyectos posibles de desarrollo ahí.
Entonces ya más en forma ¿cumpliría los acuerdos de San Andrés?
Me gustaría, pero depende también del congreso y eso, como ya dije, no está en mi control. Además, como te decía muchas comunidades viven en lugares que les interesan a proyectos de desarrollo. En ese sentido habría que revisar los acuerdos de San Andrés, pues son excesivos.
Peje, el Neoliberal
Parece que de ser presidente, lo que podría y querría hacer en casi todos los ámbitos es muy distinto a lo que la gente espera de usted. ¿Eso no le parece una forma de traición?
Pues si la gente me apoyara en serio podría hacer algo más profundo.
¿No cree que la gente le apoye en algo más fuerte?
La verdad no. El pueblo mexicano es bien bonito, pero a lo más apoya con su voto. Los que están dispuestos a hacer política en las calles, las escuelas, las instituciones son mucho menos. Además, no es seguro ni siquiera que esos estén conmigo.
¿No alcanza?
No, no alcanza. Los intereses de los capitalistas son enormes.
Sin cambios profundos, su gobierno terminaría siendo muy parecido al de un gobierno neolibreral estándar, ¿no cree?
Honestamente sí, pero no lo digas tan fuerte que nos puede reclutar la mafia del poder.
Ya que usted no es lagarto, ¿Es usted Peje, el neoliberal?
Bueno, eso suena poco pragmático. Es aún más largo que Pejelagarto
Pero más preciso...
Puede ser...

1.Puede parecer sorprendente pero la democracia electoral no es la única forma de entender la democracia, aunque sí la más popular. Son muchos los críticos de la democracia electoral; para el caso específico del México actual, remito al lector a mi texto: La política de lo posible, Alain Badiou y el fraude a la democracia.
3Es posible defender que los gobiernos del llamado ciclo latinoamericano en Argentina , Ecuador, Bolivia, Venezuela, Brasil, entre otros, abrazaron alguna forma del populismo de izquierda teorizado por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en textos como Hegemonía y estrategia socialista y La razón populista. Ha pesar de los esfuerzos del intelectual morenista Héctor Díaz Polanco, AMLO siempre se ha desmarcado o ignorado tales influencias. El lector interesado puede ver un buen programa sobre populismo de izquierda en latinoamérica en Fort Apache.-¿Cambio de Ciclo en América Latina?

4http://cam.economia.unam.mx/category/li/salarios/

5http://www.jornada.unam.mx/2017/03/14/opinion/016a2pol


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